Introducción:


¿Cómo influye la ciencia y la tecnología en la sociedad?

Como es de suponer, hacer el análisis de cómo la ciencia y la tecnología ha ido transformando la sociedad resulta una tarea demasiado compleja como para desmigarla en los tres días que duró el curso, y no cabe duda que aunque dedicaran la vida a ello los mejores documentalistas y expertos del mundo, supondría, aun así, un verdadero parto. Por ello, es necesario desbrozar tan basta idea en algunos conceptos concretos que, aun pudiendo dar pie a largas discusiones, nos son a todos más cercanos, y algunos casos como el consumismo, la publicidad, la educación social o la concienciación ecológica parecen ser aspectos que priman en la sociedad actual.

Por otro lado, solo un pequeño apunte: Véase que la pregunta, sin ser errónea, no es del todo completa. Del mismo modo que la ciencia, la tecnología y en definitiva el avance racionalista influyen en la sociedad, la relación que se produce entre conocimiento y sujeto es bidireccional, es decir, también la sociedad -y quizá más ésta, diremos muchos- influye sobre la ciencia de muchas maneras: Frenando su avance, impulsándolo y cuestionándolo. ¿Sería por tanto más correcto decir que la sociedad es ciencia, o que ésta es aquélla? Naturalmente, la respuesta es no. En las 10 ideas siguientes trataré de mostrar cómo los mencionados conceptos de concienciación, comunicación o educación, por ejemplo, tienen un trasfondo humanístico que poco o nada tiene que ver con la ciencia. Pero esto, para más adelante.

Sirva no obstante como leitmotiv esta idea global, y comencemos a desarrollar algunas de las diferentes áreas de la comunidad científica (especialmente la medioambiental), de la sociedad (como la ética o la educación) y de algunos sectores de la comunicación, tales como la publicidad o las campañas politicoambientales.
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10 Ideas Destacadas:

A través de las diez ideas siguientes recogidas durante el curso de verano "Nuevos Retos en Comunicación Ambiental", el lector podrá ver a qué se refiere eso de 'comunicación ambiental', conocer sus beneficios y sus limitaciones y cómo ésta difiere, si es veraz y justa, de otros tipos de comunicación.


1.- Ciencia y desarrollo sostenible:

Introducida ya la cuestión de la relación entre ciencia y sociedad, podríamos pararnos a examinar lo que entendemos realmente por ciencia. Al comienzo del curso, Teresa Escalas, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona, dirigía a los oyentes la pregunta de "¿qué es la ciencia?", y apunte en ristre continuaba leyendo, sumergida en el arduo empeño de analizar la ciencia (y aun consciente de la difícil pregunta que planteaba), y tratando de explicar aquello del método científico, la innovación, la investigación y la comunicación como claros objetivos de la ciencia actual.

Lo cierto es que para poder conocer todo el papel que interpreta la ciencia es necesario a veces alejarse de ella, verla desde fuera. Así, como ya se había mencionado en el apartado anterior, la ciencia, además de tener una parte rigurosa y automática, tiene una parte humanística y social, es decir, una parte ética dedicada a controlar su avance. Aquí tienen cabida objetivos tan importantes y conocidos como la integración de la mujer en el ámbito científico, o el empleo de una experimentación sensata, pero también otros que tienen que ver con el desgaste de los recursos materiales y de las energías no renovables.

El psicólogo Agustín García Matilla expuso durante su ponencia "Qué aporta la educomunicación en el panorama comunicativo actual" el siguiente anuncio acerca del desarrollo sostenible:



Quedan aquí claras, pues, las dos caras de la ciencia. Por un lado, la más conocida por todos, la ciencia es la clave del progreso: lleva a la sociedad al bienestar, a la comodidad y al conocimiento. Y por el otro sin embargo, si ésta no es controlada, puede llevar al caos, a la miseria, al conflicto.

Por otro lado, queda decir que no solo en el uso indiscriminado de energías y materiales debe existir un equilibrio sostenido. También en la comunicación, objetivo primordial de la ciencia, pueden aparecer dificultades similares. Veámoslo:


2.- Educación y evolución en la comunicación (ambiental):

Ya se ha dicho que el objetivo principal de la ciencia es el progreso, el avance científico. Y para que este avance se dé es necesaria la transmisión del conocimiento adquirido, tanto a nivel especializado (por revistas científicas, foros, etc.) como a nivel divulgativo (a la población).

Esta transmisión no ha sido siempre igual, sino que ha ido evolucionando a lo largo de la historia. En un comienzo, la comunicación científica tenía un valor expositivo, tendía a mantenerse al margen del receptor. Sin embargo, este carácter contemplativo y estático comenzó a evolucionar con el progreso, desarrollando una mayor participación para con el receptor, pasando así a ser una comunicación activa -e incluso interactiva-, hasta ser lo que ahora se conoce como comunicación participativa.

Estudios recientes en la psicología del aprendizaje (y/o de la educación) demuestran que si existe una cierta participación activa -o una práctica- del receptor, la tendencia a recordar el concepto es mayor que si la actividad prescinde de aquél. En la comunicación ambiental y en la educación para motivar la concienciación ecológica, como se verá más adelante, este punto es muy importante, dado que es primordial para que se produzca el mencionado desarrollo sostenible.

De la misma forma que en la educación e igualmente arropados por los avances de la ciencia, esta coparticipación de emisor y receptor se produce en otros medios. Claros ejemplos de ello son los que están centrados en el consumo: Publicidad, venta y modas se aprovechan de esta evolución comunicativa para sus propios fines. Así llega, pues, la época del consumismo.


3.- Consumismo:

Como ya se habrá imaginado el lector, este punto está muy relacionado con los dos anteriores, tanto por la cuestión de marketing del nuevo comercio como por lo que esto supone para la sostenibilidad del desarrollo.

Como se veía en el video anterior, el masivo consumo de energías y materiales está provocando en nuestra sociedad un desgaste significativo de recursos, y un aumento peligroso de "material inservible" o lo que es lo mismo, de basura. Pero, ¿a qué se debe esto? ¿acaso no ha sido así siempre?

Al igual que la ciencia, el consumo y su significación social han ido cambiando. Podríamos decir que antes del siglo XIX y durante el mismo, el consumo ostentoso servía a las clases medias y altas como forma de diferenciarse de las clases más bajas, y aquél consumo se basaba en la compra de cosas caras y/o de moda.

Fue a finales del XIX cuando el consumismo, tal y como lo conocemos ahora, hizo su entrada, y fue durante todo el siglo XX con la segunda revolución industrial, y especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, cuando encontró su apogeo, la cual aún se mantiene. El desarrollo de grandes urbes dotadas de buenas comunicaciones y el aumento de las producciones en serie hicieron que este fenómeno fuera estando más al alcance de todos los estatus sociales. De hecho, actualmente la cadena americana de supermercados Wal-Mart sirve como claro ejemplo, mediante su filosofía de "cada día, precios más baratos", de ganarse al público de más bajo poder adquisitivo e invitarles al consumo exacerbado por los módicos precios de sus productos. El consumismo ya no es cosa, como vemos, de las clases más altas.

Dado que tanto consumo lleva a la desaparición de recursos, como hemos visto, cabe preguntarse qué lleva a la sociedad a obtener y obtener sin límite, aunque esto es algo que tú, lector que estás frente al monitor de tu ordenador, junto a cientos de cosas -más o menos útiles- de tu propiedad, sabrás perfectamente. El consumo, según rige el pensamiento actual, da la felicidad. La actitud contemplativa y humilde de filosofías y religiones orientales y occidentales muere en pro de la era cientifista, que avanza sin cesar. Los valores morales parecen cambiar, junto a las modas, a los deseos.

Algún lector podría decir, llegado este punto, que también las necesidades cambian, y legitimar así el consumismo. No parecería erroneo pensar que el hombre actual necesita más cosas que el primitivo para mantenerse integrado en la sociedad; sin embargo, resulta positivo recordar lo que dice el postulado básico del Desarrollo a Escala Humana, de Manfred Max-Neef, Antonio Elizalde y Martin Hoppenhayn, acerca de esta cuestión:

"El típico error que se comete en los análisis acerca de las necesidades humanas es que no se explica la diferencia esencial entre las que son propiamente necesidades y los satisfactores de esas necesidades. Es indispensable hacer una distinción entre ambos conceptos por motivos tanto epistemológicos como metodológicos. [...]
Por ejemplo, alimentación y abrigo no deben considerarse como necesidades, sino como satisfactores de la necesidad fundamental de Subsistencia. Del mismo modo, la educación (ya sea formal o informal), el estudio, la investigación, la estimulación precoz y la meditación son satisfactores de la necesidad de Entendimiento. Los sistemas curativos, la prevención y los esquemas de salud, en general, son satisfactores de la necesidad de Protección.
No existe una correspondencia biunívoca entre necesidades y satisfactores. Un satisfactor puede contribuir simultáneamente a la satisfacción de diversas necesidades; a la inversa, una necesidad puede requerir de diversos satisfactores para ser satisfecha. Ni siquiera estas relaciones son fijas. [...]
Una vez diferenciados los conceptos de necesidades y de satisfactores, es posible formular dos postulados adicionales. Primero: las necesidades humanas fundamentales son pocas, delimitadas y clasificables. Segundo: las necesidades humanas fundamentales son las mismas en todas las culturas y en todos los períodos históricos. Lo que cambia a través del tiempo y de las culturas es la manera o los medios utilizados para la satisfacción de las necesidades."


¿No estaremos haciendo un uso indiscriminado y equivocado de satisfactores para aplacar nuestras necesidades? Imaginemos la clásica situación de un hogar en invierno con la calefacción de gas al máximo, y sus habitantes en ropa de verano, mientras sudaderas, jerseys y pijamas de franela descansan en los armarios. ¿Comodidad o incoherencia? La realidad cae por su propio peso.

Retomemos por otro lado la cuestión del cambio de moral, quizá más pragmática por la ciencia, pero sin duda más objetiva, más racional y lógica. Nicholás Rescher, en su libro Razón y valores en la Era científico-tecnológica hace una distinción entre los valores de la ciencia en teoría (generalidad, comprensibilidad, simplicidad, exactitud, precisión) en producción (perseverancia, persistencia) y en aplicación (bienestar, salud, longevidad, comodidad). Sin embargo, si bien el progreso científico-tecnológico puede hacer más fácil la vida humana, lo cierto es que no la simplifica ni elimina su complejidad, y con frecuencia, mal empleada, causa problemas relacionados con la búsqueda del saber con intenciones mercantilistas y políticas para ganar, dominar y controlar. He aquí un claro ejemplo de todo esto: El marketing.


4.- Publicidad comercial: Algo de su historia y de sus engaños.

Como ya vimos anteriormente, el marketing ha ido evolucionando junto a los otros medios de comunicación de forma que el receptor tenga también un papel participativo. Sin embargo, hay matices en la historia de la publicidad que vamos a ver a continuación que difieren de las demás, pues en ocasiones se basan en engaños, en trampas, etc. por el ánimo de lucro.

La publicidad moderna comienza con la Revolución Industrial en el Reino Unido (1750-1840) y la Revolución Francesa (1789). Por esta época, para los publicistas gráficos el texto resultaba más importante que la imagen, y el principal valor que se ensalzaba era una familia unida y feliz. Esto lo podemos ver en multitud de anuncios, ya fueran de automoción, de limpieza, de salud, de alimentación, etc.:


Como resulta evidente, al igual que ocurre ahora aunque contextualizado con la época, los roles de los grupos a los que iban dirigidos los anuncios estaban bien definidos, y se destacaban las actividades, los valores y/o los sueños o deseos del grupo al que se dirigía el anuncio (Por ejemplo, en 1890 Coca-cola despunta en el mercado anunciándose como un "tónico". El 25% de sus ingresos vana publicidad.). Sin embargo, uno de los adelantos que se produjo en la publicidad a mediados del siglo XX fue el color, convirtiéndose en un factor importante en publicidad. Los avances en psicología de la atención demostraban que el color es un dispositivo para resaltar elementos específicos, y más adelante serviría como lenguaje propio para transmitir actitudes y valores determinados.

Por otro lado, en 1957 se llevó a cabo la famosa y clásica investigación sobre publicidad subliminal, que consistió en insertar en la película "Picnic", protagonizada por William Holden y Kim Novak, mensajes subliminales que aparecían en la pantalla a 1/3000 segundos y decían "¿Tienes hambre?, "come palomitas" y "bebe coca-cola". A consecuencia de esta manipulación, las ventas de palomitas se incrementaron en casi 58% y las de coca-cola en un 18%. Este estudio trajo consigo nuevas tendencias en la publicidad.



Observamos además que ya por los años 70, la publicidad comenzaba a dar un giro de mano de la sociedad: Se produce la liberación de las conductas sexuales. Las agencias publicitarias hacen uso de este factor y del mensaje subliminal para abrirse paso constantemente:



Sin embargo la provocación explícita aún estaba por llegar. Recordemos primeramente el concepto de participación del receptor: Nace así la idea de Luciano Benetton (ayudado por el fotógrafo Oliviero Toscani) cuando, hará dos décadas, iniciaron una publicidad basada en la venta de ideologías, en la crítica social y en la defensa de ciertos derechos y valores (como la multiculturalidad), recibiendo a cambio un gran fama y un aumento en los beneficios de su empresa textil.

Pero aun así, los cambios no quedan aquí. Dado que la controversia en este tipo de anuncios está patente, los publicistas hacen uso de otros medios para hacer copartícipe el receptor: Basados en la idea de que "una imagen vale más que mil palabras", las agencias, actualmente, crean los anuncios a partir de una sola imagen y la menor cantidad de texto, para que sea el comprador el que se informe de las ventajas -y más difícilmente de las desventajas- del producto:



Esto es la publicidad. De término medio, en España podemos llegar a contactar con mil anuncios diarios -en Estados Unidos el triple- provenientes de la TV, radio, Internet... De todos ellos, tan sólo tres se podrán recordar con precisión.



Podríamos estar meses y meses hablando de la publicidad. Podríamos recordar lo importante que es la imagen, cómo se modifican las personas a través de programas de diseño gráfico para realzar su belleza, cómo se magnifican los derechos más superficiales, las necesidades más insignificantes... pero también podemos ver cómo los avances en la publicidad tienen también su lado más constructivo: Un ejemplo de ello se encuentra en las campañas ambientales.


5.- Las campañas medioambientales: Otro tipo de comunicación.

Como hemos visto, el consumismo está haciendo que la sostenibilidad sea casi irrealizable. Por ello, algunos organismos públicos y privados hacen acopio de los avances publicitarios para concienciar al ciudadano -al consumidor- de la problemática de este asunto.

Klaus Töpfer, director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, dice lo siguiente al respecto:

"La gente informada, motivada y comprometida nos puede ayudar a alcanzar nuestras metas de sustentabilidad. Sin embargo, comunicar efectivamente estilos de vida sostenibles es un reto. Es necesario considerar no sólo lo que se va a comunicar, sino también el cómo comunicarlo.
Entre los factores importantes para el éxito se encuentran el contenido, el comunicador y la elección del tono y medio de comunicación. Los expertos de comunicación se han dado cuenta de la necesidad de revisar a fondo y transformar los mensajes tradicionales.
Muchos de estos mensajes son simplemente desaprobatorios acusadores, o moralistas. Lo cual, en lugar de sensibilizar al público acerca del medio ambiente tienden a alejarlo del tema. La lección a aprender es que los estilos de comunicación tienen que ser positivos y ser adaptados a diferentes circunstancias y contextos culturales.
Para provocar un cambio, la gente tiene que quererlo, pero también necesita las herramientas que le permita actuar de manera distinta. Los productos, servicios e infraestructuras sostenibles forman parte del hardware que los gobiernos y las empresas deben proporcionar."


Durante el curso, la ponencia de Jose Luis Yustos, consultor ambiental de A21 soCtenible, dejó clara que existen tres mitos que las campañas publicitarias deben tener muy presente:

I - Cualquier comunicación es buena comunicación: No se debe caer en ninguno de los siguientes errores: Comunicar sin apoyar una política, sin infraestructura, y depender de la mercadotecnia más aceptada, es decir, basarse únicamente en las típicas téctinas establecidas.
II - Un presupuesto grande no es esencial para una campaña de comunicación exitosa: Mientras cree conciencia social, cambie las actitudes y especialmente cambie las conductas, la campaña medioabiental, aun muy barata, será pefecta.
III - Los Seres Humanos son racionales: Proporcionar información no es suficiente, y acusarla, aun con razones, tampoco es el camino adecuado.

Por otro lado, según el consultor, existen maneras de comunicarse (realidades) que pueden servir en una campaña publicitaria:

I - Enfocarse en un público específico funciona.
II - Los temas de desarrollo sostenible necesitan estar vinculados a un objetivo que inspire. Para poder comunicar exitosamente, es bueno que se vincule el tema con otros asuntos, tales como la salud, la riqueza, el empleo o aspiraciones varias.
III - La campaña se ha de hacer personal y práctica. La gente ha de aprender y participar.

Como vemos, los puntos básicos de la publicidad medio ambiental no varían prácticamente de los de la publicidad comercial. Sin embargo, si existen diferencias en cuanto a objetivos, responsables y a la ética propagandística: Dado que no tienen ese ánimo de lucro que caracteriza a la publicidad convencional, son los organismos públicos, las ONG´s y otras instituciones comprometidas con el medio ambiente las que se encargan de realizar este tipo de campañas. Por ello, para cumplir con los objetivos antes mencionados, deben vincularse con la administración pública para conocer más detalladamente a la población.


6.- Relación de la gestión administrativa y la comunicación ambiental.

Para crear una buena campaña de concienciación ecológica y conseguir en general una comunicación eficaz, las instituciones deben tener constancia, primeramente, del problema a tratar y, en segundo lugar, de lo consciente que es la población sobre el mismo.

El profesor de sociología de la UAM, Jose Antonio Corraliza, hacía su ponencia durante el curso informando a los presentes de la importancia de los datos estadísticos de las encuestas para saber distinguir el problema real, de las creencias o la percepción ciudadana al respecto. Así, el ponente explicaba a partir de los datos recogidos en diferentes encuestas que "la apatía ambiental es el más poderoso predictor negativo de las creencias sobre el cambio climático global. La incertidumbre, las consecuencias no visibles inmediatamente y la “batalla” ideológica en torno al cambio climático son los factores que explican el papel negativo de esa variable", decía el profesor.

Por otro lado, J.A. Corraliza nombró las medidas más aceptadas por la administración pública. Estas son, según el ponente:

• Más información: 4.47.
• Subvenciones: 4.12.
• Prohibiciones: 4.48.
• Impuestos: 3.49
• Mercado de emisiones: 2.86

Susana Calvo, del Ministerio de Medio Ambiente, expuso las principales ideas al respecto, explicando que las campañas de comunicación medioambiental no deben parecer alarmistas, o pedir actuación ciudadana de emergencia, pues se entraría en una dinámica catastrofista y peticionaria que a la larga haría que la administración perdiese credibilidad. Susana Calvo explicaba que el objetivo es, por contra, la prevención de los problemas medioambientales.

En la misma línea de acción se situó Mª Sol Mena, del ayuntamiento de Madrid, quien hacía mayor énfasis en la sensibilización de la población, en la información, y principalmente en la educación:

Las campañas de sensibilización no solo existen en los medios de comunicación (limpieza urbana, contaminación acústica, etc.), sino que también a través de eventos se puede llegar al público (Día Mundial del Agua, del Medio Ambiente, del Consumo, de las Aves, de Concienciación sobre el ruido, etc.).

En cuanto a las campañas de educación, según Mª Sol Mena, el ayuntamiento de Madrid tiene una amplia gama de actuaciones en proceso: Charlas en centros educativos, sesiones en centros cívicos y culturales (exposiciones, paseos guiados, visitas, etc.), jornadas de devolución de resultados y propuestas, etc. Además, existen cursos para empleados municipales como "la Agenda 21 local: Desarrollo Sostenible", o la "Implantación del Código de Buenas Prácticas Ambientales en materia de contratación local".

Con esto, las ponentes dejaban constancia que la administración pública debía ser la primera en dar ejemplo de sostenibilidad, dado que esto es pieza fundamental para la educación y la concienciación social. En cualquier caso, bien es cierto que el problema de la no-sustentabilidad no depende únicamente de la administración municipal o local. Cualquier lector que conozca mínimamente el problema sabrá que la realidad es bien distinta: La solución concierne más a la parte internacional, a los acuerdos -no cumplidos- del K8 y a tantas otras cuestiones similares. Por ello, de la misma forma que se realiza comunicación ambiental a nivel local, municipal, regional o nacional, también existe una comunicación ambiental en el ámbito internacional. Ejemplo de ello son los programas CEPA.


7.- Comunicación ambiental en el panorama internacional: Programas CEPA.


Frits Hesselink (1945), abogado especializado en leyes internacionales públicas y privadas, co-fundador de instituciones como "Institute for Environmental Communication" (SME) o "World Conservation Learning Network" (WCLN), e integrante de los programas CEPA (de Comunicación, Educación y Concienciación Pública), explicaba las actividades prioritarias y las competencias de los programas internacionales de educación para el medio ambiente:

En primer lugar, se debe hacer una evaluación de las necesidades, escoger los mensajes clave, relacionarlos con los medios de comunicación y reevaluar su incidencia en la sociedad.

En segundo lugar, CEPA ha de conseguir, entre otros, los siguientes objetivos: Estar en colaboración con la ciencia, ser parte integrante de la política y la prestación de servicios -y no un pensamiento a posteriori-, responder a las necesidades de ciudadanos, comunidades y sector privado, etc.

Hagamos un alto en este punto. Como ya se habrá imaginado el lector, los programas CEPA, como ocurre con casi todas las instituciones públicas, conoce a la perfección la teoría y sin embargo, el problema del medio ambiente sigue su curso. ¿Qué ocurre, acaso no hacen lo suficiente? Como veremos más adelante, existen ciertas limitaciones en todo este tipo de comunicación.

Por otro lado, existen además otros problemas añadidos: Según F. Hesselink, se debe hacer una reformulación de ciertos conceptos para no enmascarar la verdad. Casos como el "carbón limpio" o los "bio-fuels" son claros ejemplos del engaño que a nivel internacional se produce, siempre con fines políticos y económicos.

Y sobre todo, se debe investigar. "Dar el salto a los medios de comunicación sin investigación previa es uno de los mayores errores que cometen las organizaciones públicas", según explicó el ponente británico. Sin embargo, aun cuando las investigaciones se realizan, a veces los resultados se quedan por el camino y la información no llega al consumidor, que sigue al margen del problema. ¿A qué se debe esto?


8.- Limitaciones en la comunicación ambiental.

Según F. Hesselink, la comunicación ambiental está muy limitada por varios factores:

- Los recursos económicos que se designan a este tipo de comunicación son muy limitados.
- Existe una clara falta de integración en las políticas nacionales e internacionales.
- Hay una falta de ejemplos que puedan ponerse en práctica para el consumidor de a pie: No basta con decir que se han quemado cien hectáreas; es necesario comparar el área quemada con campos de fútbol.

- Destrezas limitadas para la comunicación y creación de redes: Los mejores publicistas están en el sector comercial.

Además, el problema de la limitación en la comunicación ambiental no queda sólo aquí. La ponencia realizada por L.E. Alonso Benito (Catedrático del departamento de Sociología de la UAM), y de Luis Guijarro (Asociación de Periodistas de Información Ambiental, Madrid), añadía algunos obstáculos que aún no hemos visto, estos acerca del periodismo de información ambiental:

El periodismo de información ambiental ya no es una especialidad emergente. Los medios de comunicación consideran la información un negocio, y este tipo de comunicación en concreto no tiene beneficios políticos y/o económicos. La bolsa de trabajo es por ello muy débil, y la imagen pública que los profesionales creen que tiene, bastante mala. Además, el intrusismo, la precariedad laboral y la falta de códigos éticos hacen que cada año desaparezcan varias revistas mensuales que, por otro lado, solo mueven el 1% de volumen de negocio publicitario del total de revistas.

Para más información: - http://www.apiaweb.org/

Quizá por todo ello, las noticias que tienen carácter ecológico, como la catástrofe del Prestige, acaban por cubrirse de cuestiones políticas y económicas, quedando el carácter ambiental de la noticia relegado a un segundo plano.


9.- Actitud de sostenibilidad: Las 3 R´s.

Son muchas las cosas que el ciudadano de a pie puede hacer por el medio ambiente. Como bien sabrá el lector, ni todo es responsabilidad de las administraciones públicas, ni de ONG´s, ni mucho menos de periodistas. Una parte de la solución queda en manos de cada consumidor, que ha de ser consciente de los principales problemas, y tomar las medidas oportunas -al menos las alcanzables- para reducir sus consecuencias.

Uno de los problemas a los que se enfrenta la sociedad es la creación indiscriminada de basura. Hay que tener en cuenta que la sociedad adquiere productos a la misma velocidad que se deshace de ellos, y debido al abusivo consumismo, este es un problema que nos atañe especialmente en la actualidad. Para tratar de evitarlo, o al menos reducirlo, se inició hace años una campaña llamada las 3 R´s (Reducción - Reutilización-Reciclaje).

Benjamín Castro, uno de los nueve integrantes de Basurama, explicaba cómo de entre las 3 R´s, la reutilización es la actitud más positiva, dado que el reciclaje hace que se vuelva al punto de partida sin solucionar el problema y por un gran coste económico, y la reutilización tiene sin embargo un carácter más pragmático y sencillo.

Durante su ponencia, el arquitecto B. Castro hizo mención en varias ocasiones de lo difícil que era llevar a cabo la reutilización por parte del ciudadano de a pie, ejemplificando su labor con algunos productos como el "sofá-neumático" o el "puzzle en tres dimensiones" (hecho con cajas de frutas), y arguyendo a los presentes que su labor se basaba en motivar a la ciudadanía a reutilizar siempre que pudiesen, concienciándola del problema de la producción excesiva de basura.

Para más información: - http://www.basurama.org/

Existen otros medios para evitar el sobreconsumo y la dicha producción de basura. Entre ellos se encuentra el siguiente:


10.- Contrapublicidad ambiental: "Consume hasta morir".

La confederación Ecologistas en Acción, entre todas las áreas de las que dispone, tiene un apartado reservado a la contrapublicidad, es decir, a la publicidad contra la publicidad comercial y a todo lo referente al comercio abusivo.
Este grupo llamado "Consume hasta Morir" se encarga de sacar al ciudadano adocenado y gregario de ese engaño al que diariamente se ve sometido, consciente o inconscientemente, por las grandes empresas. Así, a través de la educación y el entretenimiento, surgen en este grupo ideas para luchar contra el consumismo y la conducta aborregada; una de ellas fue esta:



Se puede obtener más información de este grupo en los siguientes elances:

- http://consumehastamorir.org/
- http://www.cederron.org/


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Opinión Personal

"La conmiseración con los animales está íntimamente ligada con la bondad de carácter, de tal suerte que se puede afirmar seguro que quien es cruel con los animales, no puede ser buena persona. Una compasión por todos los seres vivos es la prueba más firme y segura de la conducta moral."
Arthur Schopenhauer (Alemania, 1788-1860)


Aún recuerdo a Frits Hesselink en el centro del pabellón, frente a decenas de estudiantes y profesores expectantes por su ponencia, explicando la importancia de la implementación de sistemas comunicativos adecuados para la sostenibilidad ecológica. Cuando hubo terminado, al igual que los anteriores ponentes (políticos, profesores y tecnócratas), no sentí que me hubiera convencido con sus palabras. "Más demagogia", pensé.

Y siendo honestos, aún lo pienso. No porque crea que su labor no es fundamental para el desarrollo, en absoluto, sino porque creo que cientos de hombres participaron en cientos de proyectos similares anteriores a él, y de poco han servido (¿o quizá sí?). Ahí cada uno que piense lo que quiera; después de todo, solo soy una persona poco informada que ha oído hablar durante años del problema del imparable agujero de ozono, del cambio climático o del deshielo de los casquetes polares. ¿Y qué se ha hecho hasta ahora para evitar estos problemas? Hablar. Y hablar mucho. Y sí, conformarse con alguna noticia suelta que anuncia concienciación y cambio, no nos engañenos...

Parte de lo que expuso el abogado inglés sí fue certero. A través de una diapositiva donde había escrita al lado izquierdo la palabra "conocimiento" y al derecho la palabra "cambio", separadas entre sí por un cuadrado negro (que el inglés llamaba "black box"), F. Hesselink manifestaba humildemente que nadie conocía el motivo por el que, aun existiendo gran conocimiento de los temas ecológicos más preocupantes, el cambio no terminaba de darse nunca. Ganas tuve en ese momento de levantarme y decir: "Excuse me, Frits, I don´t understand how you don´t know still that within that black box there is a lamb".

Estas cuestiones ecológicas no me son desconocidas. Cuando tenía 7 años ya sabía mucho al respecto; me atrevo a decir incluso que quizá sabía más. Sí, lo admito, no sabía qué era exáctamente el ozono, ni a cuántos grados Celsius se derretía el hielo. Tampoco entendía nada del efecto invernadero, de clorofluorocarburos, ni de fisiones nucleares; y aún menos de pactos politicoeconómicos internacionales o del mecanismo de combustión de fósiles.... Pero sabía que los papeles debía tirarlos a la papelera, que debía escribir por las dos caras de cada hoja de mi cuaderno, que era mejor moverse en bicicleta que en coche, y que podía llevar mi ropa en desuso a ONG´s para que las reutilizaran los más pobres.

"J’ai ainsi eu, au cours de ma vie, des tas de contacts avec des tas de gens sérieux. J’ai beaucoup vécu chez les grandes personnes. Je les ai vues de très près. Ça n’a pas trop amélioré mon opinion.
Quand j’en rencontrais une qui me paraissait un peu lucide, je faisais l’expérience sur elle de mon dessin n° 1 que j’ai toujours conservé. Je voulais savoir si elle était vraiment compréhensive. Mais toujours elle me répondait: “C’est un chapeau.” Alors je ne lui parlais ni de serpents boas, ni de forêts vierges, ni d’étoiles. Je me mettais à sa portée. Je lui parlais de bridge, de golf, de politique et de cravates. Et la grande personne était bien contente de connaître un homme aussi raisonnable."

Antoine de Saint-Exupery (Francia, 1900-1944)




Lo demás son solo palabras.


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